Artista del mes: Óscar Navarro

Bajo el sello Oscar Navarro Music, Óscar publica todos sus trabajos con su propia editorial de música, la cual vende en exclusiva todas sus partituras por todo el mundo, a la vez que posee su propia orquesta sinfónica bajo el nombre de Óscar Navarro Symphony Orchestra, presentada en 2016 ante más de 2.000 espectadores y con la cual realiza conciertos y grabaciones en exclusiva de su música.

A razón del lanzamiento de la banda sonora del documental Toda una vida, charlamos con el artista para conocer más acerca de sus proyectos y proceso creativo.

¿Cómo empezó tu pasión por la música?

Empezó siendo muy joven, con apenas ocho años. Durante los primeros años de mi etapa escolar, el profesor de música detectó en mí unas aptitudes especiales para la música y rápidamente informó a mis padres de ello. A partir de ahí, comencé mi formación en el conservatorio de música de Novelda (Alicante, España) tocando el clarinete y formando parte también de la banda de música de mi pueblo. Desde ese momento, quedé totalmente enamorado de la música y todo lo que la rodeaba como conciertos, audiciones, compositores clásicos, música de cine…

Paralelamente, durante esos primeros años, también comencé a interesarme en el mundo de la composición musical y en especial el mundo de la música para cine, llegando a poder formarme en la Universidad del Sur de California donde cursé los estudios de composición de música para cine y donde pude conocer a uno de mis referentes musicales como es John Williams.

¿Qué nos puedes contar sobre tu última banda sonora para el documental Toda una vida? ¿Qué música flotaba en tu día a día a la hora de producirlo?

Toda una vida es una banda sonora íntima, con fuertes tintes melancólicos y evocadores. El documental trata de la visita de un nieto al pueblo para reencontrarse con sus abuelos y pasar unos días junto a ellos. Durante su estancia, el nieto comienza a mantener conversaciones que no todos hemos tenido con nuestros abuelos y que, de haberlas tenido, nos hubieran enriquecido el alma de una manera fascinante, ya que son únicas y sorprendentes.

La banda sonora trata de transmitir con música esos momentos de felicidad, de melancolía, de tristeza pero también de esperanza. Una música donde predominan tres instrumentos principales como son el piano, el violonchelo y la guitarra española, todos ellos acompañados por una orquesta de cuerdas.

Mi día a día está siempre lleno de música para grandes formaciones sinfónicas, ya sean orquestas o bandas, así que a la hora de componer esta banda sonora tuve que dejar atrás esas grandes sonoridades para buscar un sonido mucho más reducido e íntimo. Sin duda, todo un reto para mí que en solo un mes ya ha sido reconocido con dos premios internacionales como los Track Music Awards de Los Ángeles (Mejor Banda Sonora del mes de mayo) o los Akademia Awards también de Los Ángeles (Mejor Música Instrumental).

¿Cómo suele ser tu proceso creativo?

Dentro del campo de la música de cine, los primeros pasos a la hora de componer una banda sonora son la visualización de la película junto con el director sin haber hablado previamente del estilo de la música o de las partes donde haría falta o no ese apoyo musical. Esa primera visualización es esencial ya que, por mi parte, todavía no tengo una opinión del director que pueda influirme; con lo cual, pueden brotar ideas nuevas que enriquezcan la historia.

Tras la primera visualización llega la labor de desmenuzar todas y cada una de las escenas junto al director. Hablar de cada una de ellas, qué queremos transmitir con la música, qué queremos apoyar o enfatizar o simplemente decidir el no poner música para crear un efecto contrario al esperado. Esta parte del proceso es larga y minuciosa, pero es para mí la parte más importante ya que, durante estos visionados, descubres mucha información oculta y conoces en profundidad el mensaje que el director quiere transmitir.

Una vez interiorizada toda esta información, llega el momento del proceso de composición de la banda sonora. Un proceso donde ya comenzamos a jugar con las emociones, con las historias y con los detalles más insignificantes. Un proceso de investigación e improvisación donde la música va a dotar de alma a las escenas.

Toda esta parte del proceso de composición siempre va a estar bajo la supervisión del director. Todas y cada una de las secuencias son musicalizadas y mostradas a través de maquetas al director, quien dará su punto de vista sobre el discurso musical sugiriendo las modificaciones oportunas, en caso de necesitarlas, para conseguir que el mensaje musical transmita lo más fielmente posible la historia y el momento.

Finalmente, una vez compuesta la música pasamos a su grabación y mezclas finales.

Por otro lado, el proceso de composición de música para salas de concierto es mucho más libre ya que no estás supeditado a unas imágenes o a una estética en concreto. La música para salas de concierto te da esa libertad y flexibilidad para poder dar rienda suelta a tu imaginación sin límites.

¿Qué significa para ti ser artista independiente? ¿Es un camino elegido conscientemente? ¿Lo recomendarías a otros artistas?

Ser artista independiente tiene sus pros y sus contras.

Por un lado, gozas de total libertad para elegir qué quieres y qué no quieres hacer en tus proyectos. Qué camino quieres seguir y qué camino no. Esa libertad te da alas para enfocarte en ti y en tu propio sello personal sin tener que seguir estereotipos o estilos fijados por la “moda”.

También, el hecho de ser independiente hace que agudices el ingenio para estar siempre activo y buscando la manera de que tu música se mantenga visible en todo momento. Te puedes permitir decidir para tus proyectos cuando y donde, y distribuir tu tiempo como prefieras o según tus necesidades.

Por otro lado, los contras serían la soledad e incertidumbre que pueden rodearte en muchos momentos, ya que tienes que ser consciente de que tus decisiones pueden ser acertadas o equivocadas. También puedes echar en falta el apoyo logístico de una gran discográfica o agencia de management que hace que tú puedas centrarte puramente en aspectos artísticos sin tener que estar gestionando otros asuntos que hacen que tengas que distribuir tu tiempo entre lo artístico y lo burocrático.

Si pudieras cambiar algo en la industria musical, ¿qué sería?

Es una buena pregunta. Creo que cambiaría el formato de “las modas” dentro de la industria.

Económicamente, es cierto que las modas funcionan y cuando hay un estilo que funciona, todos los artistas deben seguir esas pautas para asegurar la venta de discos o el streaming. Pero con este modus operandi estamos cortando las alas a nuevas sonoridades, a nuevos artistas que quieran decir algo diferente y, en resumen, a la variedad.

Cuando la moda es el trap, todo suena a trap, y muchos artistas tienen que dejar de lado su propio sello personal para seguir los patrones de la moda.

Dentro de la música de cine, está muy de moda el “Sonido Zimmer” (por Hans Zimmer) y parece que si ahora no suenas así, es mucho más complicado que entres en la industria.

Con esto, estamos perdiendo la originalidad y la variedad. Por tanto, mi deseo de cambio sería poder abrir la mente y dar cabida y visibilidad a todos los estilos sin seguir unos patrones establecidos.

¿Cómo ha sido tu periplo por las plataformas de streaming y descarga? ¿De qué manera te ha ayudado a iMusican a desenvolverte en las mismas?

Bueno, mi relación con las plataformas de streaming es puramente promocional. En mi campo, las pretensiones no son la venta de discos o conseguir millones de visualizaciones (ojo, que si las tuviera sería fantástico), sino el directo o los encargos de nuevas composiciones.

Las plataformas de streaming me ayudan a visibilizar mis trabajos y a que directores de cine o directores de orquesta puedan llegar a conocer mi música y querer encargarme nuevos proyectos, en el caso de un director de cine, o programarlos en un concierto en el caso de un director de orquesta. Es por ello agradezco la labor que realiza iMusician a la hora de ayudarnos a distribuir la música y a la vez ofrecer información muy interesante, a través de sus redes, para poder llegar cada día a más gente.

Te vemos muy activo en tu canal de YouTube así como en otras redes sociales. ¿Qué importancia tienen estas para tu carrera?

Bajo mi punto de vista, las redes sociales son vitales para cualquier artista que quiera estar visible dentro del mercado. Un artista sin visibilidad está destinado a desaparecer.

A día de hoy, prácticamente todo el mundo se relaciona por redes sociales, te conoce por las redes y sigue tu trayectoria a través de ellas. A partir de ahí, será mucho más fácil invitarles a venir a tus eventos o facilitar la adquisición de tu nuevo disco.

En mi caso, gracias a ellas consigo nuevos trabajos y además consigo acercarme al público y darle un contenido y un trato mucho más personal.

Además, la experiencia me ha enseñado que no es solo importante tener redes sociales, sino saber utilizarlas adecuadamente. El público puede ser muy volátil , con lo cual es importante saber hacer comunidad, conocer sus gustos y tener un trato cercano con ellos. Al final, con las redes sociales estamos creando un vínculo muy importante con tus seguidores, un vínculo que debes cuidar al máximo cada día para que tus seguidores sean una comunidad sólida.

¿Cuál ha sido el mayor obstáculo que te has encontrado desde que empezaste en la música? ¿Cómo lo superaste y qué consejo les darías a otros músicos que empiezan para sortearlo?

Bueno, bajo mi punto de vista, todo camino tiene obstáculos y lo importante es saber sortearlos y aprender de ellos. En mi caso, los obstáculos los tomo como retos a superar ya que si los pienso como algo negativo, estaré llenado mi día a día con elementos negativos y no quiero eso en mi vida.

Quizá, el mayor obstáculo en mi carrera siempre ha sido el tiempo. La gran mayoría de veces no hay tiempo para dar a conocer lo suficiente cada nuevo trabajo, ya sea una nueva banda sonora, un nuevo álbum o una nueva obra de concierto. Hay muchos trabajos dentro de mi catálogo que estoy seguro podrían tener muchísima más visibilidad pero, por falta de tiempo, van quedando atrás. Además, siento que dentro del campo sinfónico, aquí en España, no hay prácticamente industria (managers, representantes, publicistas, etc…) con lo cual siempre te encuentras con el obstáculo de qué hacer cuando tienes una música terminada como publicitarla, mostrarla a programadores, etc.

Con el paso de los años, he llegado a la conclusión de que rodearte de un buen equipo es vital cuando eres un artista independiente. Tener la oportunidad de rodearte de gente que crea en ti y en tu trabajo te va a ayudar a sortear esos “obstáculos” que te vas encontrando cada día.

Mi consejo para los nuevos músicos es que mantengan siempre la ilusión y motivación. Si hay algo que yo nunca he perdido ha sido la ilusión y eso ha hecho que cada día y cada proyecto sea un nuevo reto. Al final, con esa actitud, siempre tendremos una puerta abierta.

¿Qué tienes ahora mismo entre manos? ¿Qué proyectos te aguardan este 2021?

Como compositor, ahora mismo acabo de terminar un trabajo para la Orquesta de la BBC del Reino Unido y la banda sonora del nuevo documental Toda una vida y estoy comenzando un nuevo encargo de obra de concierto que se estrenará la próxima temporada con la Orquesta ADDA Sinfónica de Alicante.

Por otro lado, tengo nuevos encargos de música sinfónica que estrenaré en España, Dinamarca y Estados Unidos, los cuales por ahora me llevarán trabajando hasta 2023.

Por otro lado, en mi labor como director de orquesta, tengo conciertos para la próxima temporada aquí en España, en Italia y una gira de conciertos por México, además de organizar nuevos conciertos junto a mi orquesta Óscar Navarro Symphony Orchestra, siempre que las condiciones sanitarias lo permitan.

Y finalmente, dentro del terreno de las bandas sonoras, tengo previstos varios proyectos de cara al próximo año, destacando una nueva película, dos cortometrajes y otros trabajos de publicidad.