Cómo hacer que tu música suene en televisión y cine: Derechos de Sincronización (Parte 1)

¿Cómo puedes hacer que tu música suene en televisión, películas o videojuegos? En esta serie con RipCue Music, especializados en música para la industria cinematográfica, su fundador Patrick Nielser habla sobre ello:

• ¿Qué son los derechos de sincronización (DD.Sincro.) y dónde existen?
• ¿Qué es el marco contractual?
• ¿Cómo se estipula y calcula el precio correcto de los DD.Sincro.?
• ¿Cuáles deberían ser tus primeros pasos de sincronización?
• ¿Qué necesitas para vender una licencia “sync”?
• ¿Por qué merece la pena asociarse con una discográfica?

Mi nombre es Patrick y soy el fundador de la discográfica y sello musical RipCue Music. Estamos especializados en música para la industria cinematográfica. Nuestra música se usa en televisión, películas de cine, anuncios, videos corporativos y en cualquier sitio donde gente creativa desee contar una historia con imágenes y música.

Mi área de actuación en muy interesante para los artistas independientes, obsesionados con vender discos, agotar las entradas en sus giras y en ser un éxito comercial. Parte de este trabajo y el uso asociado de música es lo que se conoce como “sync”, sincronización o derechos de sincronización (del inglés "sync rights").

También te daré algunos consejos basados en mi propia experiencia para que te fijes cuando negocies tus derechos de sincronización, para que promociones tu música y saber como conseguir un buen trato. En la primera parte de esta serie, me gustaría darte una imagen más próxima de las bases y un entendimiento del tema “sincronización”.

¿Qué son realmente los “sync” (Derechos de Sincronización)?

Sync viene de sincronización en inglés. En Alemania también se refiere a los derechos de producción, pero el término “sync right” es más común a nivel internacional. El derecho de sincronización te da permiso legal para combinar música con material audiovisual.

Emitir una licencia de sincronización afecta a dos tipos de derecho, por un lado los derechos de autor y por otro los derechos de grabación/masterización del sonido. Los primeros pertenecen al artista y la distribuidora y los segundos son asumidos por el propio artista o el sello discográfico.

Si eres un artista 100% independiente y no tienes contrato con un sello, entonces posees todo el derecho a realizar acuerdos de sincronización por tu propia cuenta.

Si trabajas con una distribuidora o discográfica, solo ella puede firmar acuerdos de sincronización, porque posee los derechos de la composición. La discográfica debe promocionar tu música de manera adecuada a diferentes producciones audiovisuales. Ella será la que negocie el precio y marco contractual en tu nombre.

¿Dónde se usan los derechos de sincronización?

Antes de seguir con términos contractuales, sería buena idea aclarar primero dónde se usan los “sync” y dónde puedes encontrar potencial para tus acuerdos de sincronización como artista. Este derecho se encuentra en cualquier sitio donde se use música. Como mencioné en la introducción, éste se encuentra literalmente en todas partes. Tradicionalmente nos vienen a la mente los siguientes formatos que ofrecen conjuntamente producciones musicales y audiovisuales:

• Producciones de Televisión
• Producciones cinematrográficas y películas
• Anuncios
• Videos corporativos
• Videos para internet
• Videojuegos

Términos contractuales en un acuerdo de sincronización

Si trabajas con una distribuidora/discográfica, ellos negocian el derecho de sincronización en tu nombre. Las distribuidoras de producciones musicales como RipCue Music suelen funcionar con listas de precios. Las distribuidoras de música comercial y sus departamentos de “sync” establecen los precios de las licencias no solo basándose en los términos de uso, lo hacen también según lo famoso que sea el artista y las canciones. Por ejemplo, una canción de Robbie Williams será más cara que una canción de un grupo de indie rock de Cuenca que solo es conocido en su región. Lo términos de uso son los típicos términos contractuales que determinan el precio, que suele ser:

• Tipo de producción¿Va a ser la música usada para una película, un anuncio, un video corporativo, etc.?
• Localización¿Dónde va a ser usada la producción o el producto final? ¿Solo en Alemania, en otros países europeos también, fuera de Europa o por todo el mundo?
• Tiempo
¿Cuánto tiempo será usada la producción o el producto? ¿Hay un límite fijado o es ilimitado?
• Soporte
¿En qué canales será emitido? ¿Se difundirá solo en TV o también en cines y por Internet? ¿Dispondrá la película o producción de la música en DVD? ¿Será presentada en una productora de cine y será solo emitida con su permiso en exposiciones o en su página web?
• Formato
¿Se distribuirá la producción en un formato físico, como un DVD o Blu-Ray?

Estos detalles determinarán el precio de los derechos de sincronización, basándose en una lista de precios establecida o no. La música alcanza a una audiencia más amplia según estos parámetros y el precio aumenta correspondientemente. Y por supuesto, el derecho a usar un producto por tiempo ilimitado cuesta mucho más que usar uno de forma temporal.

Ingresos procedentes de otros derechos por medio de un acuerdo de sincronización

A parte de la licencia actual, puedes conseguir ingresos adicionales con tu acuerdo de sincronización directamente e indirectamente. Por favor, recuerda que el derecho de sincronización es solo el derecho a combinar la música con una producción audiovisual. Esto no afecta ni al derecho de reproducción/ejecución ni al derecho mecánico. Ambos derechos generan ingresos adicionales a través de tu sociedad de gestión colectiva de derechos de autor. Si un anuncio es emitido en televisión, entonces recibirás un ingreso adicional. Esto SOLO se aplica si perteneces a una sociedad de derechos de autor (por ejemplo SGAE, PRS, GEMA o BMI). Si no eres socio de ninguna, simplemente estás dejando de cobrar un dinero extra. Las campañas a gran escala pueden incluso generar cantidades de cinco cifras. Por supuesto, los pagos por royalty dependen de cada sociedad de autores.

Exenciones, normas especiales y trampas

Para concluir este artículo introductorio sobre los “sync”, me gustaría señalar ciertas excepciones y normas especiales, que es importante anotar y comprender, especialmente si tu eres el único responsable de tus derechos de sincronización y no tienes de tu lado a una discográfica.

Miembro de una sociedad de gestión de derechos de autor

Estas sociedades suelen tener ofertas globales con canales de TV que cubren todos los derechos de sincronización y hacen innecesarias otras licencias para los programas de televisión tradicionales. En cualquier caso, estos marcos contractuales también te reconocen el pago de royalties de otros derechos, como el de reproducción y los derechos mecánicos.

Producción por encargo Vs. oferta de sincronización

Una oferta de sincronización generalmente requiere material previo. Por el contrario, una producción por encargo incluye todos los derechos y por eso no hay que pagar costes adicionales por los derechos de sincronización.

¿Oferta de sincronización y concesión de derechos de publicación?

Tengo que mencionar este punto, porque puede pasar cualquier cosa. Una productora audiovisual o una agencia de publicidad podría proponerte una oferta de sincronización, pero también podría pedirte a cambio parte de los derechos de publicación, especialmente si aún no tienes una discográfica. Esta oferta deberías tenerla en cuenta. El asunto es que tus ingresos potenciales a través de una sociedad de autores se verían reducidos y tu nueva discográfica/distribuidora controlará también tus derechos de sincronización, lo que dificultará bastante la concesión de los derechos a otro socio. Sin duda una manera inteligente de asegurar la exclusividad.

¿Por qué es un campo lucrativo?

Como artista o titular de derechos, deberías tener en cuenta todas las propuestas posibles, los términos legales y las condiciones de uso de tu música. Aunque el mercado “sync” sea muy competitivo, existen todavía muchas formas para que tus canciones sean reconocidas. Los derechos de sincronización te suponen una fuente de ingresos independiente de las ventas de tus discos y de tus conciertos. Los “Syncs” incluso pueden hacer de un artista desconocido alguien famoso de un día para otro, llevando una canción desconocida al TOP 10. A parte de esto, la mezcla de ingresos por licencias directas y royalties de las sociedades de autores es otro aspecto interesante del negocio.

En la siguiente entrega de la serie os mostraré cómo obtener ofertas de sincronización, quiénes son las personas adecuadas para contactar y por qué puede ser útil trabajar con una discográfica.

Permaneced atentos.

Vuestro Patrick

Patrick Nielser de RipCue Music continuará su serie de artículos con la 2ª y 3ª parte las próximas semanas.