¿Qué es un “cover” de una canción y cómo publicarlo en Internet?

Un cover, versión, remake, puede definirse como una interpretación o una grabación de una canción previamente grabada por un músico distinto del compositor o artista original. Esta nueva versión puede diferir más o menos de la versión original, sobre todo por la adaptación musical (como la instrumentación, la interpretación melódica o los cambios de tempo), pero siempre comparte una similitud en cuanto a la estructura. Es importante tener en cuenta que si se realizan cambios mayores en la canción, en cuanto a los arreglos, el género, la letra o el orden de las letras, ya no se trata de una versión sino de una edición de la canción que requiere una licencia para su distribución.

Se puede decir que no hay nada mejor que la versión original de una canción, pero a lo largo de la historia ha habido muchos casos de versiones que no solo han tenido más éxito comercial y popular que la grabación original, sino que también han llamado mucho la atención del artista que la versiona. Por ello, muchos músicos optan por la estrategia de grabar una versión para que sus propios temas se hagan notar, lo que a la larga puede resultar muy beneficioso para su carrera. Además, hacer una versión de una canción puede ayudarte a mejorar tus conocimientos y habilidades en varios instrumentos musicales y darte algo de inspiración en la producción para desarrollar o mejorar tu estilo de producción personal.

Algunos ejemplos de versiones muy exitosas y famosas son, por ejemplo, la versión de Whitney Huston de ‘I Will Always Love You’ de Dolly Parton; ‘Valerie’ de Mark Ronson y Amy Winehouse (originalmente de la banda The Zoutons), la versión de Aretha Franklin de ‘Respect’ original de Otis Redding o la versión de Johnny Cash de ‘Hurt’ de Nine Inch Nails.

Nota importante: hay un pequeño número de artistas que siempre bloquean las versiones sin licencia y, por tanto, están en la lista negra, lo que significa que las versiones de sus canciones no son aceptadas por iMusician; los dos principales son Dolly Parton y Johnny Cash.

Naturalmente, la canción que elijas y su popularidad pueden desempeñar un papel importante: si es conocida, la probabilidad de que la gente escuche tu versión es mucho mayor que si se trata de una canción desconocida de un artista desconocido. Elegir una canción desconocida puede resultar agradable y beneficiar a tu creatividad y expresión artística, pero lo más probable es que no ayude en tu promoción ni a tu carrera como músico.

Sin embargo, elegir una canción que ya haya sido versionada muchas veces puede no ser la mejor opción. Los fans pueden estar menos interesados en una versión de este tipo, ya que puede considerarse repetitiva, carente de originalidad e incluso una acción demasiado calculada. Por lo tanto, descubrir la canción perfecta para versionar es crucial. Sin duda, merece la pena dedicar bastante tiempo a revisar los archivos de tus artistas y canciones favoritas o explorar YouTube y las plataformas de streaming para encontrar una canción popular que resuene contigo, con tu marca artística y con tu personalidad.

Se calcula que cada día se suben unas 60.000 canciones nuevas sólo en Spotify. Por lo tanto, la probabilidad de que una canción popular ya haya sido versionada es bastante alta. Dedica algún tiempo adicional a explorar y estudiar versiones anteriores de las canciones que elijas. De este modo, no solo evitarás hacer un duplicado, sino que también puedes descubrir una oportunidad para hacer algo mejor o más extraordinario que los demás.

Nota importante: versionar una canción popular nueva no suele estar permitido, ya que hay un periodo de espera para lanzar una versión sin licencia; por ejemplo, los artistas no pueden versionar las últimas canciones de los 40 principales de Doja Cat, ya que esta táctica tiende a subirse a la ola de éxito del original. No hay un periodo de tiempo determinado, pero normalmente se permite versionar una canción popular una vez que ha estado en el mercado durante unos meses o que ha caído de las listas de los 100 más vendidos.

La canción que elijas no tiene por qué ser del mismo estilo musical que sueles hacer. Aunque no esté permitido cambiar el género o el arreglo del tema, no tengas miedo de desviarte del sonido original de la canción y experimentar con instrumentos y arreglos musicales distintos. Es muy importante aportar tu propia personalidad y tus rasgos musicales característicos a la versión para hacerla única y más interesante para tu público.

Al hacerlo, podrás mostrar tu forma personal de interpretar la canción y expresar el tipo de músico que eres. También hay que saber que versionar una canción ajena debe estar lejos de hacer un karaoke o, lo que es más importante, duplicar la canción (crear una copia al carbón de una canción no está permitido legalmente). Aunque grabar y cantar una canción de forma exacta o casi exacta a como lo hizo el músico/compositor original es admirable, no es algo que interese a tu público. Si ya existe una versión de una canción que es muy popular, es probable que los oyentes no quieran escuchar otra versión que suene igual.

Ya lo hemos mencionado antes, pero es esencial repetirlo. Aunque experimentar y hacer las cosas a tu manera es algo recomendable y de agradecer, es importante tener en cuenta que cualquier cover debe mantener la misma letra, melodía y estructura de la canción original.

Hacer demasiadas modificaciones a la canción original puede hacer que, desde el punto de vista legal, tu cover ya no pueda considerarse cover. La legislación, en términos de licencias, que concierne a las canciones versionadas (de la que hablaremos más adelante) no se extiende a los edits, samples, remezclas y mashups. Estas versiones de una canción incluyen el corte, la edición y el cambio de la melodía, la letra y el arreglo básico de la canción o, en el caso de un mashup, la mezcla de dos o más pistas existentes en una sola.

Como decíamos antes, hacer un cover no es una práctica inusual entre artistas y músicos. Por lo tanto, una competencia fuerte requiere un gran esfuerzo. Eso también se refiere a la inversión en equipos de audio y vídeo de calidad. No es un secreto que los artistas con pistas de alta calidad y vídeos de alta definición atraen a más oyentes y, como resultado, ganan más exposición y compromiso. Si crees que necesitas mejorar tu equipo, sin duda merece la pena gastar dinero en ello.

Poseer un equipo que te permita producir pistas de alta calidad te ayudará a causar la impresión necesaria en tus oyentes. Al igual que con cualquier tipo de pista, tu público tendrá una gran experiencia al escuchar tu cover y será más probable que la escuche varias veces y la comparta con otros.

Aunque hay ejemplos de músicos que han alcanzado un gran éxito tras grabar y publicar una versión, no es algo que ocurre de la noche a la mañana. Por tanto, si decides abrirte camino haciendo covers, necesitarás constancia y, muy probablemente, un calendario de publicación.

Ten en cuenta que, al igual que grabar y publicar tus propias canciones, hacer un cover requiere mucho trabajo y puede llevar bastante tiempo, sobre todo si además quieres hacer y publicar sus respectivos vídeos, probablemente en YouTube. Prepárate también para que tu trabajo tarde mucho tiempo en dar sus frutos, así que intenta no desanimarte si el número de escuchas, seguidores o suscriptores crece lentamente.

Hacer una versión de una canción suele conllevar muchas dudas y preguntas sobre su venta y distribución desde el punto de vista legal. ¿Las versiones tienen derechos de autor? ¿Necesitas permiso para versionar una canción? ¿Cómo se consigue el permiso para una versión? Esta es la respuesta sencilla: Sí, las versiones tienen derechos de autor y si quieres grabar una y distribuirla legalmente, necesitas el permiso del titular de los derechos. Sin embargo, pueden aplicarse diferentes normativas según el lugar del que procedas, el mercado en el que distribuyas tu canción versionada así como el medio, físico o digital, que utilices.

Para distribuir una versión en el mercado estadounidense, tradicionalmente siempre es necesario, independientemente de la nacionalidad, obtener la llamada licencia mecánica, también conocida como licencia obligatoria. La licencia mecánica te permitiría grabar tu versión de la canción y venderla en el mercado con la aprobación del propietario de la canción. Eso ha cambiado con la Ley de Modernización de la Música (MMA), una legislación firmada en 2018 que pretendía modernizar el sistema de cuestiones relacionadas con los derechos de autor, la concesión de licencias legales de música y grabaciones de audio por parte de los servicios digitales y el pago de regalías a los titulares de los derechos. La MMA también ha dado lugar a la creación del Colectivo de Licencias Mecánicas (MLC), una organización sin fines de lucro que administra la concesión de licencias mecánicas generales a las plataformas de streaming y paga los derechos subsiguientes a los posibles autores de canciones, compositores, letristas y editores.

Esto significa que, siempre que los autores originales de la composición y la letra y los editores figuren correctamente y estén acreditados, no se necesita una licencia mecánica para un verdadero cover hoy en día. Sin embargo, en cualquier caso, el autor original o el titular de los derechos siempre puede solicitar la retirada de un cover sin licencia. Además, la MMA se refiere a la distribución de música digital y, por tanto, no es aplicable a la distribución de covers en formato físico (CD, DVD, casete de vinilo, etc.). En ese caso, sí es necesario obtener una licencia mecánica. Además, en lo que respecta a las descargas digitales, no todas las tiendas de descargas están cubiertas por la legislación de la MMA. Las que no lo están también necesitarán una licencia mecánica para presentar un cover en ellas.

Adquirir dicha licencia no implica, al menos no siempre, una tasa. Sin embargo, hay que pagar al propietario de la canción original los derechos mecánicos, fijados en la tasa legal actual de EE.UU., cada vez que la canción se distribuye de cualquier manera. Es importante saber que los derechos deben pagarse con independencia de que su versión de la canción se venda a alguien o se distribuya gratuitamente (por ejemplo, en YouTube).