Los mayores errores que cometen los artistas al enviar sus canciones a las listas de reproducción

Quizás te preguntes: «¿Por qué las listas de reproducción de Spotify rechazan canciones? ¿Y qué pasa con Apple Music, Deezer o YouTube Music?». La respuesta suele reducirse a unas cuantas cuestiones fundamentales: no entender cómo funciona la curación de listas de reproducción, no saber lo que realmente buscan los curadores o no presentar tu música de forma profesional.

Desde metadatos incorrectos y etiquetas de género inexactas hasta la falta de presencia en línea y el envío de archivos de audio sin terminar o de baja calidad, los errores aparentemente pequeños suelen marcar la diferencia entre que un curador haga clic en «añadir» o «omitir».

Si comprendes y evitas estos errores comunes, podrás aumentar considerablemente tus posibilidades de conseguir un lugar en la lista de reproducción de un curador, dando a conocer tu música a miles de nuevos oyentes.

Uno de los errores más ignorados al enviar una lista de reproducción es subestimar la importancia de los metadatos precisos. Los metadatos son, en esencia, la tarjeta de identidad de tu canción: incluyen el título de la pista, el nombre del artista, los créditos del compositor y el productor, la fecha de lanzamiento, las etiquetas de género, los instrumentos y los descriptores de estado de ánimo y estilo. Si los metadatos son el pasaporte de tu música, los errores son como presentarse con una foto equivocada.

Enviar metadatos incompletos o incorrectos puede perjudicar tu envío de dos maneras principales:

1. Da una imagen de falta de profesionalidad. Los errores tipográficos en el título de la canción o el nombre del artista, la falta de créditos del compositor o los datos incorrectos sobre el lanzamiento pueden transmitir a los curadores la idea de que no te has tomado en serio el envío y, por lo tanto, no valoras la oportunidad que supone para tu música aparecer en una lista de reproducción. Como resultado, es posible que los curadores confíen menos en tu trabajo.

2. Afecta a la atribución y la visibilidad adecuadas. La información completa que se te pide que proporciones en tu propuesta ayuda a determinar cómo se clasifica y se encuentra tu tema. Si los detalles son incorrectos, es posible que tu canción nunca aparezca en las búsquedas o los filtros que utilizan los curadores para encontrar la canción adecuada para sus listas de reproducción.

También es importante reconocer que, más allá de la precisión técnica, detalles como los créditos de los compositores y productores o las etiquetas de estado de ánimo y energía pueden ser poderosas herramientas de descubrimiento. Si has colaborado con un productor que ha aparecido anteriormente en listas de reproducción, esa conexión podría abrirte puertas. Del mismo modo, etiquetar adecuadamente a los vocalistas o músicos invitados destacados puede ayudarte a acceder a su base de fans y a sus redes en la industria.

Del mismo modo, los descriptores de estado de ánimo y energía son esenciales: solo los editores de Spotify reciben más de 20 000 propuestas al día, por lo que etiquetas como «melancólico», «soñador», «energético» o «agresivo» pueden ayudarles a encontrar rápidamente canciones que se ajusten al ambiente de su lista de reproducción y a las expectativas de su público.

Consejo profesional: trata los metadatos como una parte esencial de tu propuesta (que es lo que realmente son), no solo como un trabajo administrativo. Unos metadatos sólidos, completos y precisos facilitan a los curadores la búsqueda y la confianza en tu música.

Aunque los géneros y subgéneros también forman parte de los metadatos de tu tema, creemos que merecen una atención especial porque son una de las principales razones por las que los curadores de listas de reproducción editoriales rechazan canciones.

Al elegir el género y los subgéneros en el formulario de envío, los artistas suelen hacer una de dos cosas: o bien eligen varios subgéneros o estilos que parecen «similares» al suyo con la esperanza de ampliar sus posibilidades, o bien etiquetan erróneamente su tema bajo un género diferente para intentar llegar a un nuevo público.

Por desgracia, ambos enfoques suelen ser contraproducentes. La curación de listas de reproducción es muy específica, y un editor que gestiona una lista de reproducción de «Favoritos del folk indie» no busca una canción country mainstream, aunque ambos géneros incluyan guitarras acústicas. En cambio, su objetivo es crear una atmósfera y una experiencia muy específicas para sus oyentes.

El riesgo es aún mayor cuando se trata de subgéneros o géneros nicho. Por ejemplo, la música electrónica por sí sola abarca cientos de microgéneros, desde el deep house hasta el breakcore o el ambient drone.

Etiquetar una canción de tech house uptempo como downtempo, drum and bass o trance no aumentará tus posibilidades de entrar en una lista de reproducción. De hecho, al contrario, es casi seguro que tu propuesta será rechazada. Los curadores conocen su espacio a la perfección, y una discrepancia en el género suele ser suficiente para que dejen de escuchar en cuestión de segundos.

Mejor enfoque: Esfuérzate por ser preciso, no demasiado ambicioso. Etiquetar correctamente tu género y subgénero no limita tu alcance, sino que aumenta tus posibilidades de aparecer en la lista de reproducción adecuada, ante el público adecuado.

Más allá de los metadatos, uno de los errores más comunes al enviar una lista de reproducción es escribir una presentación débil o excesivamente egocéntrica. Tanto si envías tu tema directamente a través de Spotify for Artists como si lo haces a través de un servicio de presentación profesional, siempre hay una sección en el formulario de envío en la que puedes hablar libremente sobre ti y tu música. En Spotify, por ejemplo, el campo «Cuéntanos sobre tu canción» permite hasta 500 caracteres y es un espacio conciso destinado a destacar la esencia y la historia de tu tema.

Ahora bien, el límite de caracteres ya sugiere que los editores no piden un ensayo. No quieren tu biografía completa, todos los premios que has ganado o afirmaciones audaces como «este será el próximo gran éxito». Al mismo tiempo, tampoco les impresionan las frases genéricas que no dicen nada sobre la canción en sí. Ambos extremos, las presentaciones poco inspiradas y la autopromoción vacía, pueden indicar una falta de esfuerzo y hacer que los curadores pasen por alto tu envío.

«Una presentación incompleta o mal redactada del lanzamiento es uno de los mayores errores que puede cometer un artista. Los curadores quieren ver esfuerzo, atención al detalle y una presentación clara de por qué tu tema merece un lugar en su lista de reproducción», destaca Samuel, el director editorial de iMusician.

Recuerda que los curadores de listas de reproducción revisan cientos de propuestas cada día. Si tu descripción parece una plantilla copiada y pegada o carece de un toque personal, es probable que la descarten en cuestión de segundos.

Mejor enfoque: trata la descripción como un breve discurso de ascensor.

• Preséntate brevemente (nombre del artista + estilo).

• Comparte un detalle específico sobre la canción (su inspiración, estado de ánimo o historia).

• Explica por qué merece la pena incluirla en una lista de reproducción sin exagerar.

Una propuesta bien elaborada no tiene por qué ser llamativa ni presumida, sino auténtica, clara y relevante. Eso es lo que hace que los curadores se detengan, escuchen y recuerden tu propuesta.

Esto puede parecer obvio, pero ocurre más a menudo de lo que crees: los artistas envían archivos de baja calidad, maquetas sin pulir, canciones mal mezcladas o canciones sin masterizar, todo lo cual denota a los curadores que se trata de producciones amateur.

Si bien el gusto musical es subjetivo, los estándares de calidad de audio para la inclusión en una lista de reproducción no lo son. La mala calidad de audio es una de las formas más rápidas de garantizar un rechazo inmediato, independientemente de lo atractiva que sea tu composición.

Muchas plataformas ahora requieren archivos de audio de alta calidad, como formatos sin pérdida como WAV y FLAC, pero el problema va más allá del formato de archivo. Tu pista debe sonar coherente cuando se reproduce junto con canciones producidas profesionalmente. Esto significa lograr un equilibrio de frecuencia adecuado, un rango dinámico apropiado y una masterización que se traduzca bien en diferentes sistemas de reproducción, desde auriculares hasta altavoces de automóvil y auriculares de alta gama.

Las plataformas de streaming como Spotify aplican la normalización del volumen, lo que significa que las pistas sobrecomprimidas y con «muro de ladrillos» pueden sonar más bajas y menos impactantes en comparación con las pistas bien masterizadas. Comprender los conceptos básicos de la masterización, como las mediciones LUFS (Loudness Units Full Scale), el rango dinámico y la intensidad adecuada al género, es esencial para que tu pista sea considerada para una lista de reproducción.

Mejor enfoque: nunca envíes demos o mezclas sin terminar. Envía solo pistas totalmente pulidas con mezcla, masterización y diseño profesional. Esto indica a los curadores que respetas sus estándares y que tu objetivo es ofrecer a los oyentes la mejor experiencia.

Ya hemos hablado de esto en nuestro artículo sobre cómo entrar en las listas de reproducción de Spotify, pero es importante destacar que enviar tu candidatura a través de un formulario oficial es solo una parte del proceso. La otra parte, no escrita, reside en cómo te presentas en el panorama digital.

Incluso si a un curador le gusta tu tema, lo más probable es que consulte tu perfil de artista en la plataforma correspondiente, junto con tus cuentas de redes sociales y tu sitio web, para hacerse una idea de tu identidad y tu trayectoria. Si tu imagen de marca es inconsistente, vaga o, peor aún, inexistente, puede indicar que no te tomas en serio tu carrera.

Los editores también buscan indicios de que estás promocionando activamente el lanzamiento que has presentado, tratando de interactuar con tus oyentes, crear una base de fans leales y llegar a un nuevo público. Si no hay ninguna campaña en torno a tu canción, es decir, si no hay publicaciones, interacción ni una estrategia clara, eso sugiere que estás confiando únicamente en la inclusión en una lista de reproducción para «triunfar».

Eso es una señal de alarma para los curadores de listas de reproducción. Aparecer en una lista de reproducción editorial puede impulsar tu impulso y la eficacia de todos tus demás esfuerzos de marketing, pero no puede crearlo desde cero.

Consejo profesional: construye una base sólida antes de promocionarte.

• Optimiza tus perfiles en todas las plataformas con fotos, biografías y material gráfico de calidad.

• Mantén una presencia online constante en las plataformas que te funcionen, como Instagram, TikTok, Bandcamp o tu propia página web.

• Demuestra a los curadores que ya estás promocionando tu tema y llegando a los oyentes por tu cuenta.

«Es esencial contar con una campaña promocional completa y bien estructurada. Los curadores buscan artistas que se esfuercen mucho por promocionar sus canciones. Cualquier cosa, desde la promoción en las redes sociales, el apoyo de influencers, entrevistas, reproducciones en la radio, conciertos en directo y un presupuesto asignado a estas actividades, demuestra dedicación y profesionalidad. Les dice a los curadores que el artista se toma en serio su música y está dispuesto a maximizar el alcance de la canción», añade nuestro Samuel, director editorial de promociones.

Cada plataforma de listas de reproducción y servicio de promoción tiene sus propias normas de envío, y los curadores esperan que las sigas. Estas directrices pueden abarcar especificaciones de formato de audio, requisitos de metadatos y, lo más importante, plazos de envío.

El momento, en particular, es un error común en la presentación de listas de reproducción. No se trata solo de cuándo envías tu propuesta, sino de comprender el complejo sistema de calendarios de lanzamiento y los procesos de revisión internos de las plataformas.

El error más común en cuanto al tiempo es enviar la propuesta demasiado cerca de la fecha de lanzamiento. Esto deja a los curadores sin tiempo para revisar y programar tu tema. Cada plataforma de streaming importante tiene su propio plazo mínimo. Por ejemplo, Spotify requiere que las propuestas editoriales se envíen con al menos 7 días de antelación, Apple Music con unos 10 días y Amazon Music y Deezer con 2 semanas antes del lanzamiento.

Si utilizas un servicio de promoción profesional a través de un distribuidor o un sello discográfico, necesitarás aún más tiempo de antelación. Por ejemplo, con el servicio Editorial Playlist Pitching de iMusician, las canciones deben subirse al menos 20 días antes del lanzamiento para que nuestro equipo tenga tiempo suficiente para revisarlas y promocionarlas de forma eficaz. Sin embargo, incluso ese plazo puede no funcionar para algunas plataformas; por ejemplo, Beatport requiere que las canciones se promocionen con al menos 3 semanas de antelación.

Aunque siempre puedes cambiar la fecha de lanzamiento durante el proceso de subida, ignorar las directrices de tiempo de las plataformas individuales y del servicio de promoción que estés utilizando puede reducir en gran medida el impacto de tu pista. Los cambios de última hora en la fecha de lanzamiento pueden desbaratar tu estrategia de marketing, costarte tiempo y dinero adicionales y debilitar tu lanzamiento general.

Navegar por el laberinto de normas de envío, plazos y peculiaridades específicas de cada plataforma puede resultar abrumador. Por eso, muchos artistas recurren a servicios profesionales de envío de listas de reproducción para evitar errores comunes y maximizar sus posibilidades.

Por supuesto, es importante ser realista: incluso con la ayuda de expertos, no hay garantía de que tu canción aparezca en una lista de reproducción editorial. Los curadores siguen tomando las decisiones finales basándose en sus gustos, el momento y la dirección de la lista de reproducción. Sin embargo, lo que un servicio de promoción puede hacer es mejorar drásticamente la calidad y la profesionalidad de tu envío.

Un equipo de promoción profesional, como el de iMusician, conoce los plazos exactos de envío, los requisitos técnicos y las mejores prácticas que esperan los curadores. Su experiencia en el campo de las listas de reproducción, combinada con las relaciones establecidas en diversas plataformas, les ayuda a perfeccionar tu envío y a garantizar que tu lanzamiento se promocione de la mejor manera posible.

Otra ventaja es la promoción multiplataforma. En lugar de gestionar múltiples envíos por tu cuenta, una sola subida puede promocionarse entre los editores de Spotify, Apple Music, Amazon Music, Beatport, Deezer y muchos más. Esto no solo ahorra tiempo, sino que también maximiza tus posibilidades de aparecer en las listas de reproducción de todo el panorama del streaming.

Las listas de reproducción editoriales son poderosas, pero también muy competitivas. Por eso es fundamental que cada aspecto de tu envío cuente y que evites los errores comunes pero evitables. Al enviar temas pulidos, elaborar presentaciones convincentes, etiquetar los géneros correctamente, mantener una presencia online coherente y seguir las directrices de la plataforma, aumentas tus posibilidades de destacar entre la avalancha de envíos diarios.

Sin embargo, a veces, aunque lo hagas todo bien, tu tema sigue sin ser seleccionado. Las listas de reproducción se seleccionan en función del estado de ánimo, el flujo, el momento y la visión del editor, factores que en gran medida escapan a tu control.

Intenta no desanimarte si tu canción no es seleccionada la primera vez. No refleja la calidad de tu música, simplemente significa que no era la adecuada para esa lista de reproducción en ese momento. Cada envío es una oportunidad de aprendizaje y, con perseverancia, preparación y presentaciones estratégicas, es muy posible que tu próxima pista consiga el puesto en la lista de reproducción que deseas.