Los primeros treinta segundos

¿Por qué son tan importantes los primeros treinta segundos de una grabación? En el agitado mundo del streaming digital de hoy, esa primera impresión es la que determina si alguien va a tomarse el tiempo para escuchar la canción entera o no. Con tanta música de fácil acceso, se está volviendo cada vez más difícil mantener la atención de los oyentes durante toda una canción. Aquí van algunas sugerencias sobre cómo hacer que esos cruciales primeros treinta segundos sean inolvidables.

Ir al grano

La mayoría de las canciones tienen puntos fuertes y puntos débiles. Los fuertes son lo que llama la atención de los oyentes y los hace reaccionar (ya sea para mantenerse a la escucha o para pasar a otra cosa). Sea cual sea el punto fuerte de tu canción, es una buena idea utilizarlo en los primeros treinta segundos de una manera u otra y repetirlo periódicamente a lo largo de la canción. Esta es una de las mejores herramientas que puedes utilizar para crear un buen single. Por ejemplo, si tienes una canción que tiene una melodía, frase o gancho llamativo y pegadizo, pero que no llega hasta la mitad de la grabación, estás reduciendo la probabilidad de que la gente llegue a escuchar el punto fuerte de tu canción, o la canción entera. Utilizar introducciones largas sin sumergirse en el corazón de la canción de inmediato puede funcionar muy bien en una actuación en vivo, pero no es tan eficaz en una pista grabada. A menudo la gente se da cuenta dentro de los primeros segundos de la canción si va a disfrutar del resto de la canción e, incluso, del álbum completo.

La prueba de tono

Una manera de probar la efectividad de los primeros treinta segundos de tu canción es grabarla como tono de llamada en tu teléfono móvil. Cuando suene, observa las reacciones de las personas a tu alrededor y lo que la gente piensa de ella. ¿Llama su atención? ¿Es agradable? ¿Irritante? ¿Notable al menos? Observa la manera en que la responden a ella tus amigos sin decirle a nadie que es tu música y descubrirás cómo de intensa es la atracción que despiertan tus primeros treinta segundos. Si es atractiva y la gente parece reaccionar de una manera positiva, entonces puedes compartirla con tus fans y ellos la compartirán con sus amigos, lo que es otra manera simple y eficaz de difundir tu nombre y tu música a más oyentes.

¿Cantan con ella?

Las palabras también son música y llevan en su interior todos los componentes de una canción: el ritmo, la melodía y el significado. Utilizar el ritmo en tu escritura es un elemento crucial a la hora de hacer que tu súper canción sea pegadiza. Así es cómo se consigue que la gente recuerde las canciones durante décadas. Esa es la magia secreta de las canciones de cuna y de las canciones populares. Las letras rítmicas funcionan también como una melodía fácil de recordar y divertida de cantar a la vez. Y quieres conseguir este tipo de accesibilidad desde el mismo inicio de la pista.

Así que piensa en usar ciertas palabras en tus letras para crear un patrón de ritmo y rima propios, incluso sin instrumentación, y verás lo potente que puede llegar a ser.

Ojalá fuera especial

Si hay algún sonido especial, frase, lick, gancho o elemento destacable en tu canción, intenta buscar alguna manera de meterlo dentro de los primeros treinta segundos. Por ejemplo, durante la introducción de la versión de 'This boots are made for walkin' de Nancy Sinatra, la línea descendente de la guitarra es tan especial, tan memorable y llama tanto la atención de los oyentes porque transmite la impresión musical y sonora de botas caminando. Esta frase se repite al final de cada estrofa a lo largo de la canción, reforzando su novedad. Sutiles ingredientes musicales especiales justo en la introducción pueden ser potentes y seductores. Tal como ocurre en la canción Bohemian Rhapsody de Queen, donde el artista toca una sencilla, e incluso sutil, pequeña frase de piano. Este par de notas se graba en tu memoria de inmediato, lo que permite a la voz y a la letra transmitir la emoción y la historia con tanta elegancia.

Sin lujos

Si vas en serio a intentar que la gente escuche tu música no tienes tiempo -ni bytes- que perder. Tal vez creas que una introducción larga para tu canción, con un cuarteto de cuerda y un solo de trompa, va a ser algo emocionante y bien puede ser maravilloso, pero la realidad es que la mayoría de los oyentes en una tienda de discos digital que buscan música nueva para escuchar no van a perder el tiempo si no encuentran el núcleo fundamental de la música dentro de los primeros treinta segundos. Así que no hagas florituras ni adornos innecesarios en una pista sólo porque estés intentando captar la atención de alguien. La fuerza de tu música estará en la autenticidad y la estética de la misma. Una introducción que suene loca, salvaje o inusual, puede atrapar al oyente por un momento, pero cuando finalmente se llega al corazón de la canción, el oyente puede pasar a otra cosa si la intro no está relacionada como un órgano vital en el cuerpo de la canción. En otras palabras, no trates de atraer al oyente con un falso cebo, que sea genuino desde el principio.

Cuando nos conocimos

Las primeras impresiones son duraderas. Esa primera sensación que uno tiene cuando conoce a otra persona suele determinar el grado de compatibilidad entre los dos, incluso de manera inconsciente. Lo mismo ocurre con la música. Lo primero que escuchas de un nuevo artista tiene que transmitir lo que es realmente y lo que representa. Para terminar, me gustaría recomendar escuchar I Can Tell That We Are Gonna Be Friends de The White Stripes como último ejemplo de ir al grano y hacer que valga la pena. Dentro de esos primeros treinta segundos se incluye hasta el título de la canción. Y se hace difícil de olvidar, porque, en el fondo, es la canción entera en pocas palabras.