Estado de la industria musical 2024: sobre el crecimiento, los desafíos y la necesidad de soluciones tangibles
- Michele
- 23 abril 2024, martes
El año pasado, la industria de la música experimentó un crecimiento significativo a través de diversas fuentes de ingresos. Sin embargo, sigue siendo un campo desafiante en el que ingresar y permanecer tanto para los artistas como para los empleados. En este artículo, analizamos críticamente el estado de la industria musical y discutimos las tendencias y desafíos actuales.
Números y cambios
Según los más recientes Informe musical mundial Según IFPI, la industria de la música ha experimentado un crecimiento sustancial en 2023. Los ingresos globales de música grabada aumentaron un 10,2%, impulsados principalmente por las suscripciones pagas de streaming. Los ingresos por streaming por suscripción crecieron un 11,2%, representando el 48,9% del mercado global. Gran parte del crecimiento se debe a las inversiones continuas de las compañías discográficas, que gastan más de 7.100 millones de dólares en A&R y marketing cada año.
¿Qué nos dicen los números sobre el estado y el futuro de la industria musical? La primera observación, posiblemente la más importante, es que los servicios de música en streaming siguen siendo los preferidos por los consumidores y, por tanto, muy relevantes para los artistas. Para los músicos, estos hallazgos enfatizan la importancia de subir su música a servicios de streaming, donde sus fans puedan descubrirla y escucharla.
Las plataformas de música en streaming son conscientes de su posición en el mercado y siguen desarrollando sus servicios. Por ejemplo, en los últimos meses, Spotify ha introducido varias funciones nuevas, incluida una Función de lista de reproducción AI, y probando cursos de vídeo en el Reino Unido.
Sin embargo, también están desarrollando nuevas restricciones que no benefician por igual a todos los artistas y consumidores. Entre ellos se encuentran los cambios de Spotify en su sistema de pago de regalías, que ahora requiere que una canción alcance al menos 1.000 reproducciones para calificar para la monetización. Por el contrario, Tidal decidió abandonar su modelo de suscripción gratuita y reemplazarlo con una suscripción de un solo nivel que cuesta $10,99 por mes. Asimismo, Spotify anunció que volvería a subir sus precios.
IFPI enfatiza múltiples desafíos
Aunque ciertas cosas parecen ir razonablemente bien en el negocio de la música, la industria también se enfrenta a múltiples desafíos, “incluido el fraude en streaming, la piratería digital en todas sus formas y, por supuesto, la amenaza del abuso de la inteligencia artificial generativa si se trata de no se ha desarrollado de forma responsable y respetando los derechos de los artistas y los sellos”, afirma Lauri Reichardt (IFPI).
Fraude en streaming, regalías y casi monopolios
Los servicios de streaming han reconocido el fraude en streaming como un desafío crítico y continúan implementando nuevos sistemas para abordar el problema. Por ejemplo, Spotify lo hace detectando actividades fraudulentas y penalizando a los culpables cobrándoles una multa por pista. Como parte de sus nuevos cambios, la plataforma decidió dejar de pagar regalías a las personas que suben contenido breve de ruido. En cambio, Spotify dará el dinero a los artistas que considera "trabajadores".
Si bien la redistribución de regalías generalmente beneficiará a los artistas, el dinero sólo irá a aquellos cuyas pistas acumulen más de 1.000 reproducciones. Sin embargo, la disparidad en las cifras de streaming es asombrosa: según Bloomberg, en 2023, 45,6 millones de pistas generaron cero transmisiones, mientras que diez pistas generaron más de mil millones de transmisiones. Teniendo en cuenta que muchos artistas se encuentran más cerca del "fondo" de los dos extremos, los cambios volverán a privilegiar financieramente a los músicos ya establecidos.
Además, los artistas y miembros de la industria continúan criticando a las plataformas de streaming por sus bajos pagos y su dominio en el mercado de consumo de música. De esta manera, hacen que los artistas dependan de ellos y al mismo tiempo no les pagan lo suficiente. En este contexto, algunos también destacan el papel de los “tres grandes” (Spotify, Apple Music y Amazon Music) y su estatus de monopolio.
Temores de reemplazo y suplantaciones relacionadas con la IA
La inteligencia artificial sigue siendo el mayor desafío al que se enfrenta la industria musical. Las preocupaciones de los artistas abarcan diversas áreas. Mientras que a algunos les preocupa que la IA pueda reemplazarlos total o parcialmente, otros temen las infracciones de derechos de autor y las suplantaciones de identidad mediante los llamados deepfakes. Ambos temores son válidos, ya que la IA ya puede hacer bastante, como generar ritmos, escribir melodías y letras, clonar voces y crear videos falsos pero realistas, entre otras cosas.
Si bien algunos gobiernos han comenzado a introducir leyes y regulaciones para limitar la IA y proteger a los artistas y ciudadanos, muchas empresas ignoran las advertencias y continúan incorporando herramientas de IA en sus productos. Por ejemplo, a pesar de su inestable situación, TikTok ha solicitado varias patentes y marcas comerciales en EE. UU. para asegurarse los derechos de su tecnología musical de inteligencia artificial. Actualmente, existe un conflicto entre partidarios y opositores de las herramientas de IA, y la falta de un marco legal que sólo exacerbará dichas disputas.
Despidos y falta de seguridad para los empleados
Sin embargo, los artistas no son los únicos que enfrentan mucha inseguridad e inestabilidad. Aunque lejos de tener problemas económicos, en los últimos meses varias grandes empresas han decidido rescindir los contratos de cientos de sus empleados. Se produjeron despidos en Universal Music Group, Warner Music, YouTube y Spotify, lo que afectó a los empleados de forma inesperada.
Estas decisiones suelen justificarse mediante conceptos comunes pero abstractos como crecimiento, innovación, competitividad, reestructuración y desarrollo. Como suenan convincentes, normalmente se aceptan sin más preguntas. Pero, a menos que una empresa sea pequeña y tenga serios problemas financieros, los despidos no suelen ser tan necesarios como se cree. Son más bien el resultado de una economía que exige crecimiento a expensas de la sostenibilidad y la justicia.
Aquí es donde se pone complicado. Aunque la industria de la música ha seguido expandiéndose, el crecimiento general se ha ralentizado en comparación con años anteriores. Esto se debe en parte a que el mercado del streaming está cada vez más saturado y en parte a que las empresas tienen que encontrar nuevas formas de atraer clientes para crecer más allá de aumentar los precios. En el sistema económico actual, las empresas “necesitan” presentarse como rentables ante los accionistas, a través de quienes pueden recaudar dinero para diversas actividades y, como era de esperar, un mayor crecimiento. Cuando las empresas parezcan menos rentables, tomarán medidas drásticas para reducir costes; en otras palabras, despedirán gente.
A menudo se da por sentado el crecimiento, pero una simple pregunta puede fácilmente cuestionar la validez del status quo: ¿cuál es el objetivo final? Desafortunadamente, las empresas parecen ignorar que, en este momento, puede que a los consumidores habituales no les sea posible facilitar sus objetivos relacionados con el crecimiento. Por ejemplo, mientras los servicios de streaming aumentan continuamente los precios de sus suscripciones, muchas personas luchan por cubrir los crecientes costos de las necesidades básicas causados por la inflación y las corporaciones que se benefician de las necesidades humanas básicas. Además, los cambios en los modelos de negocios y servicios rara vez son recibidos con entusiasmo: basta pensar en Instagram tratando de convertirse en TikTok, o en Netflix introduciendo un plan publicitario más asequible pero molesto para ganar más dinero molestando a las personas que ya pagan por ver programas.
Una posible solución a esta terrible situación puede residir en el concepto de decrecimiento. El movimiento aboga por abandonar la búsqueda incesante del crecimiento y priorizar el bienestar social y ecológico por encima de las ganancias corporativas, la sobreproducción y el exceso de consumo. Un enfoque que priorice la estabilidad y el sustento a largo plazo sobre el crecimiento y la competitividad seguramente ayudaría a estabilizar las vidas de consumidores y empleados por igual. Sin embargo, dado que ésta no es la prioridad del sistema económico actual, los despidos seguirán siendo un problema dentro de la industria hasta que se produzcan cambios económicos más importantes.
Otras tendencias en la industria musical en 2024
Por último, los profesionales de la industria discuten activamente diversas tendencias en el negocio de la música, tanto actuales como futuras. Entre ellos están:
Aumento del consumo y la producción de música regional no de habla inglesa
Mayor personalización del consumo de música a través de herramientas de inteligencia artificial
La gente seguirá criticando a las celebridades que no están dispuestas a defender los derechos humanos (por ejemplo, los artistas que constantemente abusan de los jets privados para viajes de corta distancia).
Mezcla de géneros y desarrollo de géneros aún más especializados
Dirigirse a los "súper fans", definidos como oyentes que interactúan con los artistas de diversas formas.
Crecimiento en Medio Oriente y África del Norte, África subsahariana, Asia y América Latina
El contenido de vídeo seguirá siendo muy relevante para el marketing musical.
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