NO ES EL AFROBEAT QUE ESCUCHABA TU PADRE - Parte 2

En algunas de las capitales europeas se han formado recientemente escenas locales alrededor de algunas comunidades inmigrantes que han traído consigo la nueva era digital de la música africana. En estas mismas capitales residen las redes globales de medios de comunicación y son capaces de magnificar el estilo musical regional africano a escala global.

La postura europea ante la revolución musical africana.

LONDRES

Londres ha sido durante mucho tiempo uno de los centros de cultura pop más influyentes del mundo, donde se encuentran algunos de los más importantes medios de comunicación y sellos discográficos. Debido a su gran comunidad de inmigrantes, Londres ha sido vital para la promoción de artistas de la diáspora africana procedentes de países de habla inglesa como Ghana, Sudáfrica, Kenia y, particularmente, Nigeria.

La importancia de Londres para la promoción de la música africana en la era de Internet se puso de manifiesto en 2016, cuando la emisora radiofónica de Lagos The Beat anunció la primera emisora de afrobeats del Reino Unido, convirtiéndola en un foco esencial en el mundo anglosajón para esta música rítmica e hipnótica influenciada por el hip hop, venida de las jóvenes megalópolis africanas emergentes.

Mientras que la música de clubes londinense ha sido influenciada por los hijos de inmigrantes caribeños, creando géneros como el reggae británico, el lovers rock, el ragga jungle, el 2-step garage, el funky británico, el grime y el dubstep, las comunidades negras británicas se han transformado profundamente a lo largo de las últimas dos décadas.

Ahora hay una nueva mayoría de descendencia africana, diversa en sus hábitos culturales así como en su relación con el dominio colonial y postcolonial, que ha abrazado las influencias caribeñas de una forma diferente.

Fuse ODG, nacido en el Reino Unido pero criado en Ghana, fue la primera estrella afrobeat británica. Sus audaces éxitos pop ‘Azonto’ (que es también un baile muy popular y un proverbio para todo este sonido) y ‘Antenna’, llevaron el afrobeat por primera vez a la radio británica.

Además del éxito de Fuse ODG (en 2017 grabó una canción con Ed Sheeran), más artistas británicos como Mista Silva, Vibe Squad, Kwamz & Flava y Moelogo han sentado las bases para la escena afrobeat del Reino Unido. Ahora se les une una generación un poco más joven con ordenadores portátiles, micrófonos, cámaras y grandes ideas, todos ellos buscando seguir construyendo sobre esta base.

Están usando los social media para extender su música a la diáspora global y, de la misma forma que a los MCs y productores que han crecido en Londres naturalmente les encanta -al trasladarles algunos elementos de sus ciudades de origen-, también es probable que el éxito del estilo explote a escala mundial.

El sonido afro del Reino Unido se ha desviado hacia fusiones impredecibles de sonidos y subestilos, desde la explosión percusiva del afrotrap y el swing afro, hasta la onda afro trippy y más. Estas permutaciones han inspirado a artistas como J Hus y Kojo Funds para crear sus propios sonidos en el Reino Unido, que han influido enormemente en la escena musical británica en los últimos dos años.

Hoy en día, J Hus podría fácilmente ser descrito como uno de los principales responsables de llevar a los afrobeats británicos a la vanguardia. Su canción ‘Spirit’ tiene toques de tambores africanos y los beats recuerdan a ritmos de raíces del continente. Rodado en Ghana, el vídeo captura a la gente local mostrando la cultura africana mientras disfrutan de la vida y mantienen vivo el espíritu del lugar.

PARÍS

Desde hace décadas, París es una de las incubadoras de la música africana más importantes del mundo. La capital francesa se encuentra en la encrucijada del mundo africano francófono, con músicos de los Congos, Malí, Camerún, Senegal o Costa de Marfil, entre otros, recorriendo la escena parisina.

Hoy en día, muchas estrellas del pop africano hacen de París su hogar, ya que hay estudios, compañías discográficas, medios de comunicación y audiencias. París es el centro de las carreras internacionales de muchos músicos africanos. La música soukous del Congo, el zouk de las Antillas Francesas, la makossa de Camerún y la coupé décalé de Costa de Marfil han pasado por París para finalmente dar el salto a audiencias mundiales.

La última estrella de París es el rapero MHD, que antes trabajaba en un servicio de reparto de pizzas y originalmente es de Guinea. MHD está haciendo algunos de los vídeos musicales más adictivos y divertidos de la actualidad. Su canal de Youtube ha acumulado más de quinientos millones de visitas desde que subió un video autoproducido a Internet.

Su primer vídeo musical ‘Afro Trap Vol. 1’ se volvió viral y, con el tiempo, originó una serie de nueve partes, en las que el vocalista parisino de veintitrés años se mueve entre el hip hop sureño con los ritmos eclécticos, el coupé décalé y el rap de alta velocidad.

Los vídeos autoproducidos y hechos de forma casera celebran alegremente la vida de la diáspora africana en la capital francesa. Recientemente MHD ha realizado una gira por Estados Unidos, Canadá y Senegal y ha publicado bajo el sello Mad Decent de Diplo.

Con el éxito de MHD pronto han ido apareciendo sus epígonos. En el departamento de Seine et Marne, en los suburbios al este de París, Cirus aka Y du V rapea de sus raíces congoleñas y de sus preocupaciones cotidianas. Su animado y resonante flow ya se está convirtiendo en una nueva marca de fábrica dentro del siempre creciente movimiento del afro trap (que ahora también inspira a cantantes del Reino Unido, Italia y Alemania por igual).

Los clips de Y Du V se montan en aparcamientos de centros comerciales o delante de desguaces de coches. Al igual que con MHD, sus vídeos musicales tienen un fuerte aspecto de DIY, que se añade a la autenticidad de la música en la calle.

Últimamente, cada vez más raperos se están inspirando en el afrotrap. Artistas como RCxING o Rital Collectif et les Ingrats, han pasado del rap freestyle al afrotrap. Al igual que MHD, saben cómo utilizar Youtube como exitosa máquina de relaciones públicas: sus últimas canciones reciben nuevos clics cada segundo. La revolución del afro trap francés no ha hecho nada más que empezar.

LISBOA

Lisboa puede estar situada en el punto occidental más remoto de Europa, pero la capital portuguesa se encuentra en el centro de una encrucijada cultural que une el África de habla portuguesa con Sudamérica y Europa.

En los últimos años, pequeñas redes de DJs y sellos discográficos de las afueras de Lisboa han estado produciendo algunas de las piezas de electrodance más innovadoras del mundo. Siendo, en gran parte, hijos de inmigrantes africanos, estos jóvenes músicos combinan las numerosas influencias culturales presentes en Lisboa y en Internet y las destilan en un estilo musical único asombroso y muy enérgico. Sellos como Principe o Enchufada son los focos principales.

Kuduro, un estilo de música y baile angoleño, que comenzó a principios de los años 90 y se popularizó ampliamente en Portugal, es un componente integral en el sonido de estos sellos. Además, otros estilos de música lusófona o global, como batida, kizomba, funaná, house, afro house y tarraxinha, géneros mayoritariamente (aunque no exclusivamente) arraigados en Angola, Cabo Verde y Santo Tomé, ya forman parte del panorama sonoro de Lisboa.

Principe Records, en particular, se ha destacado recientemente como la mayor fuerza de la música dance desde Lisboa. Principe creó una plataforma transcultural en la que pudiera existir un diálogo entre los blancos -los creadores en los centros urbanos- y los artistas de los guetos más aislados de Lisboa, en su mayoría de origen africano. Artistas como Nigga Fox, Nidja y Marfox están a la vanguardia de un sonido híbrido futurista.

Más información: No es el Afrobeat que escuchaba tu padre – Parte 1

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